Era previsible que la cúpula del anterior gobierno nacional, tuviera que salir a capotear la presión de las denuncias por lo ocurrido durante ocho años de poder en exceso. Pero lo que sí nos tiene sorprendidos es que a escasos tres meses de abandonar el Palacio de Nariño, ya estén salidos de la ropa. El ex ministro Andrés Felipe Arias dispara con regadera desde los micrófonos o las páginas de los periódicos contra todo mundo, ejerciendo como escudero interesado del llamado furibismo. Para no reconocer sus culpas por el escándalo de agro ingreso seguro, atizado por la postura idónea de su reemplazante en el ministerio, está dedicado a construir una supuesta confabulación nacional contra el gobierno del cual hizo parte. Para eludir las responsabilidades individuales, las socializa. Flaco servicio le presta al mismo Alvaro Uribe.
Quien peyorativamente es conocido como uribito, hace diez días inculpó a los medios de comunicación de las desgracias propias y ajenas. Seguramente recordando que fue la extinta revista Cambio la primera en destapar la indebida practica de regalar cuantiosos recursos públicos destinados para el campo, a quienes no los necesitaban o no los merecían. Luego, fue tan evidente la validez de la denuncia, que casi todos los medios hurgaron cada día más hasta encontrar las causas para que hoy muchos funcionarios coequiperos de Andrés Felipe, tengan los dos píes en los estrados judiciales. La incomodidad que agobia al ex ministro lo llevó, en su pasada columna del día sábado en El Colombiano, a inculpar de su tragedia a Chávez, el mandatario de los venezolanos. “Chávez + mafia: revancha” es el titular de su catilinaria.
Otra vertiente de colombianos preocupados por la suerte de Uribe Vélez, con los ojos cerrados, asimilan las dificultades del ex presidente con las vicisitudes de la propuesta en marcha de la Unidad Nacional en cabeza de Juan Manuel Santos. Así lo planteó en estas mismas páginas de opinión mi admirado columnista Eduardo Mackenzie el viernes 22 de octubre. Considera que cuestionar a Uribe es atacar a Santos y su iniciativa de la UN. “Lo que el polo, los verdes y otros falsos progresistas están tratando de montar contra el ex presidente Uribe en el terreno judicial, y contra los colaboradores más cercanos de sus dos gobiernos, debe ser analizado a la luz de esa sombría perspectiva… el pedido de que la Comisión de acusaciones de la Cámara investigue al ex presidente, por lo de las supuestas interceptaciones telefónicas ilegales, hace parte obviamente de ese plan. Como lo es el intento de linchamiento judicial contra el ex vicepresidente Francisco Santos, contra el ex asesor Jose Obdulio Gaviria y contra el ex ministro Andrés Felipe Arias…”
Basta observar los titulares de unas cuantas noticias publicadas en EL MUNDO el mismo día en que publicó Eduardo, repetidas a diario por todos los medios, para entender que lo único que está en marcha es la acción de la justicia: primera página: “Miguel Nule habló de entrega de comisiones Salpican a Gallego en cartel de contratación”; página A-9:“Son corruptos o son ineptos: Nule”, “Grupo Nule firmó 709 contratos”; “Defiende a Sabas”; “Leal hablará contra Uribe”; página A-12: “Cargos por AIS”; “Floricultores rechazan suspensión de subsidios”. Las chuzadas del DAS, la yidispolitica, agro ingreso seguro y otras supuestas modalidades de corrupción –similares a las de Bogotá-, no son inventos de la oposición al gobierno anterior. Ya hay condenas disciplinarias y judiciales de por medio. El consumo de valeriana se va a disparar, porque vienen más en camino.
Lo mejor es dejar a Santos tranquilo, sin obligarlo a cargar con los pesados pianos de los ocho años anteriores.