Poco a poco se confirma la tesis de que el 30 de octubre la puja por la alcaldía de Medellín y la gobernación de Antioquia, será entre formulas de candidatos. Mancornas alcalde-gobernador. El partido de la U ya tiene la suya: Federico Gutiérrez y Carlos Mario Estrada, excelentes personas, pero dependientes del guiño ex presidencial, animados por la esperanza de que el espaldarazo no sea una simple palmada de hombros. Federico y Carlos Mario hacen una apuesta arriesgada. Por que como lo acaba de decir en Semana el estratega político Mark mckinnon, como respuesta a la pregunta ¿Entonces una imagen positiva, por ejemplo como la de Uribe, es intransferible a otro candidato? “es todo lo contrario. Los votantes quieren ver autenticidad, si alguien está tratando de robarle la imagen a otro, eso puede ser negativo”. Peñalosa y Petro en Bogotá son el ejemplo. Cuando el primero quiso apuntalarse en la imagen de Uribe, se cayó en las encuestas; en cambio Petro es Petro: un espadachín político que depende de sí mismo y nadie más.
La otra fórmula no la han cantado formalmente, pero se tararea en muchas partes. Álvaro Vásquez y Luis Pérez harán llave. No tienen más remedio. El ex gerente del IDEA cogió el aval del Partido Conservador con un golpe de gracia parecido al realizado para hacerse a las acciones mayoritarias de Hidroituango: con toma hostil en contra de EPM, así quedaran por el piso las buenas maneras, que en lo público dicen mucho de los intereses e intensiones de los protagonistas. Dejaron entrar a Vásquez a la consulta conservadora, y arrasó con lo que había. La unidad del conservatismo, partido mayoritario en Antioquia, quedó hecha añicos y de igual manera las posibilidades de ganar. Luis Pérez se dedicó en los últimos días a aprovechar cualquier oportunidad de estar frente a un micrófono, para descargar su furia contra la Universidad de Antioquia, porque ésta, con sus propios recursos y riesgos, realizó un sondeo que se descubrió fue manipulado desde adentro, y por tanto decidió no publicarlo. Esta fórmula, Vásquez- Pérez, se ha especializado en cazar peleas: con La DIAN, el diario EL Colombiano, la alcaldía de Medellín, el alma mater etc. Nada de tiempo para proponer soluciones.
AMA, Alianza de Medellín y Antioquia, entre Aníbal Gaviria y Sergio Fajardo, fue el contraste importante de la semana pasada. En cabeza de estos dos candidatos a la alcaldía de Medellín y la gobernación de Antioquia, exitosos como gobernantes en el periodo anterior, se construyó una alianza territorial con las cartas sobre la mesa: trabajar por Medellín y Antioquia, convencidos de que si se hace mancomunadamente, ganarán los ciudadanos y las ciudadanas. A partir de unos principios que son una filosofía de vida y unos objetivos consignados en un documento que, antes de ser firmado el próximo 21 de julio, se colgó en las páginas web de ambas campañas para que los interesados lo revisen, esculquen, critiquen, enriquezcan. Es una alianza histórica y una gran oportunidad para el territorio. No se trata de una sola campaña. El candidato liberal y el candidato verde, no se van a chupar la sangre de cada uno. No esperan ningún guiño especial, excepto el de los electores. Cada campaña tiene su propia dinámica, con identidades y diferencias, pero un solo propósito: el territorio y sus habitantes, con criterio, principios y valores. Un ejemplo para el país.
AMA es la mejor respuesta a la práctica del rumor, el chisme, la conseja. Ni Gaviria ni Fajardo requieren de un JJ Rendón para hacerse oír en el escenario. Sus trayectorias, logros y propuestas, hablan por ellos. Se nota el desespero por fuera de esta fórmula.
